Workshop de Lightpainting con Riders of Light

Retomamos la actividad en el blog para hablaros de nuestra última actividad: la participación del workshop de los amigos de Riders Of Light. Es un tipo de técnica muy diferente a lo que estamos acostumbrados en el mundo de la fotografía. No hay nada de photoshop ni efectos a posteriori: todo depende de las herramientas de luz utilizadas (y de la pericia del fotógrafo y el modelo, claro). Si queréis saber algo más de esta técnica, no dudéis en apuntaros a uno de los talleres de estos chicos: las posibilidades que os ofrecerán os dejarán estupefactos 😉

Entrando ya en materia, el curso tuvo tres partes diferentes:

Parte teórica para los alumnos, donde presentaron distintas técnicas y herramientas para las fotos lightpainting (más info aquí). A destacar la presentación de la cámara Olympus OM-D, donde puedes ver en el display los que vamos pintando durante la propia exposición, una auténtica pasada
Parte de fotografía en estudio donde ir poniendo en práctica las primeras lecciones
Parte de fotografía en exteriores por la noche en Caudilla (ALUCINANTE!)

Aquí entra en juego una parte fundamental: el modelo. Si ya de por sí es un elemento importante en la fotografía tradicional, en el lighpainting mucho más. ¿Por qué? El motivo es que el modelo tiene que estar totalmente quieto durante la exposición (mientras se tapa y destapa el objetivo). Y creednos, estar quieto durante 4 minutos en según qué circunstancias es muy difícil. Por eso fue una auténtica maravilla trabajar con Florencia de Clint and Jillian Cosplay & Photography. En el Taller somos unos apasionados del cosplay y teníamos muchas ganas de trabajar con una de las mejores cosplayers de España, y no nos decepcionó en absoluto. Posar como lo hizo a las 4 de la mañana a la intemperie pasando muchísimo frío no lo hace cualquiera

Floren posando con nuestro atrezzo

Modelos de excepción: Nithael y Rafael Ruiz Dávila, autor de 1900, con atrezzo del taller

Floren pasando frío

Y como última parte del workshop, nos fuimos hasta Caudilla para la sesión de fotos nocturna. La verdad es que el paisaje con las ruinas y la nula contaminación lumínica hicieron que el resultado de las fotos fuese espectacular, como podéis ver en la galería inferior.

Y para despedirnos, insistimos en que si tenéis la oportunidad acudáis a alguno de los talleres de estos genios porque aprenderéis una técnica increíble contada por unos grandes profesionales (y si no podéis desplazaros, acaban de sacar cursos on-line)